Herminia López Vidal, (Sagrillas, 31 de mayo de 1899 - Septiembre de 2001) es uno de los personajes protagonistas de la serie, que añade humor y seriedad al mismo tiempo. Es la madre de Mercedes, por tanto la suegra de Antonio y la abuela de Toni, Inés, Carlos y María. Estaba casada con Rafael Fernández hasta su fallecimiento.
Es interpretado por la actriz sevillana María Galiana.
Biografía[]
Infancia[]
Herminia nació en Sagrillas, se desconocen quienes eran sus padres, pero se sabe que a los 15 años se quedó huérfana de ambos , ya que contrajeron la gripe española, por la que finalmente sucumbieron. De muy pequeña conoció a su marido, Rafael Fernández. Su padre habia estado en Cuba. Su hermano mayor fue a Africa.
Juventud[]
Fotografía de Herminia junto a su hija Mercedes en 1930.
Herminia se caso con Rafael Fernández y tuvo dos hijos, pero aborto. Posteriormente tuvo a Mercedes, la cual fué su única hija.
En el 1936, la misma noche en la cual, Eusebio Alcántara, murió fusilado por culpa de Don Mauro, Herminia recibió en su casa al maestro Don Samuel, perseguido por los nacionalistas. Samuel, le enseñó a leer, en una ocasión, Rafael y un nacionalista encontraron un libro de Antonio Machado, Rafael encubrió a su mujer, diciendo que era de Mercedes. Finalmente, el nacionalista los pilló cuando Samuel iba a marcharse del pueblo por la noche, Samuel se enfrentaría a él, cuando este le apunto con una pistola a la cabeza, Herminia lo acabaría acuchillándolo. Luego de esto, enterró el cuerpo, debajo de un gran árbol, del cual de vez en cuando iba a rezar al árbol.
En 1947, Rafael enfermó y Herminia enviudó. Ella y su familia pasaron muchas penurias durante la guerra.
Vida en Madrid[]
Herminia a finales de la década de 1960.
Tras la boda de su hija Mercedes con Antonio y con dos nietos nacidos, se trasladaron a vivir a Madrid, concretamente al barrio de San Genaro. Donde en 1960 nace su tercer nieto Carlos Alcántara. Reacia a los cambios modernos acaba aceptándolos, pero siempre pensando que su hija y yerno están endeudándose demasiado para comprar cosas.
Tiene amistad con Valentina Rojas, una vecina del barrio que vive con su hijo y nuera, romántica incurable y fantasiosa, pero de gran corazón. Siempre con miedo de que la envíen a una "residencia" (que en ese tiempo se llamaban asilos), como le sucedió a su amiga Valentina. Cercano al asesinato del Almirante Luis Carrero Blanco, Herminia conoce a Alfredo, mientras trabaja con Mercedes en Meyni. Tienen una relación de amistad y amor platónico, aunque sus nietos Carlos y María (nacida en 1971), digan siempre que Alfredo es "el novio de la abuela".
Herminia es, a su manera, la consejera de su familia, pues en algún momento todos piden su opinión y aunque siempre se queja de que "nadie me dice nada de lo que pasa en esta casa", se entera de todo y lo vé todo, aunque comente poco. Es en cierta forma el pilar de la familia, y como prometió en su lecho de muerte a Purificación, su consuegra, trata por todos los medios que la familia siga unida y tenga contacto entre sí y no tiene reparos en recordárselo. En las navidades de 1973, la familia marchó a Sagrillas y Antonio discutió con sus Toni e Inés y por poco pasan en casas separadas las fiestas, pero Herminia tomó las riendas de la situación y acusándoles de mala memoria a él y a Mercedes, logró que toda la familia cenara la Nochebuena junta.
Herminia y su nieta en el barrio de Salamanca.
Vive con miedo los días anteriores a la muerte de Francisco Franco, temiendo que se repitieran los sucesos del 1936, se abastece de comida. Pero, pese al temor, no puede dejar de expresar su indignación ante el hecho de que Alfredo sea dado de alta forzosamente de la Ciudad Sanitaria La Paz, por que necesitaban espacio para el Generalísimo. Pide a Mercedes que lo acojan en su casa y allí reciben las noticias del 20 de noviembre, "Franco ha muerto"
Aunque no le gusta la política, apoya discretamente las aspiraciones de Antonio, incluso vota la UCD. Cuando Mercedes y Antonio plantearon mudarse de San Genaro, Herminia quiso irse a Murcia con Alfredo, pero al final su hija le convenció de quedarse alegando que "no sabría qué hacer sin tí".
En el invierno de 1977, Herminia se levanta un día con un dolor punzante e intenso en el ojo izquierdo, por lo que deben de operarla. Con el país en jaque por las numerosas huelgas, Antonio mueve cielo y tierra para conseguir una plaza para su suegra, consiguen finalmente con la ayuda de la madre de Marta, que hospitalicen a Herminia y le salven la vista.
En el barrio de Salamanca no le gustaba utilizar el ascensor y prefería subir las escaleras de servicio y al principio las encopetadas vecinas del barrio le preguntan a Mercedes si es una empleada doméstica y Mercedes dice categóricamente que es su madre.
Regresa con su familia a San Genaro, después de finalizada la carrera política de Antonio y la quiebra del Banco de Granada donde la familia pierde sus millones. Asume como siempre sus tareas de ama de casa.
Herminia se entera de que su nieto Carlos esta en la cárcel.
En 1981 escucha por radio los sucesos del 23 de febrero, que estaba reportando su nieto Toni. Se pone enferma de ansiedad y Carlos y Karina tienen que llevarla a la Casa de Socorro donde le dan un ansiolítico muy fuerte que la hace poner a todos en su sitio y decir lo que piensa. Vive con preocupación la estancia de su nieto Carlos en Carabanchel, alegrándose mucho cuando "su niño" es puesto en libertad por el testimonio de Arancha.
En 1982, acompaña a su familia a Sagrillas, donde asiste a la revuelta que Rodolfo Miravete causa al desparecer él y el dinero de la bodega de Antonio. Antonio, que sigue apoyando la candidatura de Adolfo Suárez, y aunque a Herminia le cae bien el ex-presidente, no piensa votar al CDS, sino que para sorpresa de Antonio se siente más convencida por las ideas del partido de Manuel Fraga.
Durante el año 1983, Herminia empieza a enamorarse de un mago, llamado Jerónimo, el cual conoció en una partida de bingo. Jerónimo se convertiría en su único apoyo tras la noticia del divorcio entre su hija Merche y Antonio.
Herminia sufriría mucho en el divorcio de su hija y de Antonio, pues estaban muy unidos. Herminia ve como se juntan un año después en un balneario.
Herminia en la Residencia.
En 1985 los Alcántara, se mudarían a vivir al barrio de los Altos de San Genaro a un ostentoso adosado, Herminia, que cada día se siente más vieja e indefensa decide que es hora de abandonar el nido e irse a vivir a una Residencia. La directora de la Residencia, es una monja prepotente la cual chantagea a los ancianos impidiéndoles el trato con el exterior. Mercedes viendo que es incapaz de hacer que su madre vuelva a casa pide ayuda a Inés, la cual con la ayuda de Marcos pueden descubrir que la monja emplea malos tratos a los mayores y finalmente consiguen hacer que Herminia vuelve a casa. Al llegar, el chalet es asaltado por un grupo de ladrones, gracias a Herminia toda la familia sale sana y salva.
En 1987, su hija Mercedes empieza a ayudar a un grupo de mujeres víctimas del machismo. En un trato de favor, Mercedes le pide a su madre que vaya y enseñe a las mujeres a coser. Herminia se fija en una de ellas Amparo, la cual recibe malos tratos por parte de su marido desde hace años. Ambas van a comprar unos zapatos y el marido de esta aparece por sorpresa. Herminia es la única que hace que el acosador se asuste y se vaya.
En los años posteriores, Herminia viviría una vida tranquila en su casa del barrio de San Genaro, junto a su familia.
Fallece en Septiembre de 2001 a los 102 años de edad.
Galería[]
Curiosidades[]
- Herminia, ha aparecido en todos los capítulos de la serie excepto en cinco.
- En los flashbacks del pasado, es interpretada por Paz de Alarcón.
Véase también[]
- Rafael Fernández
- Valentina Rojas